¡El tradicional almacén general de Wangen cierra después de 100 años!

¡El tradicional almacén general de Wangen cierra después de 100 años!

El almacén de Wangen, una pequeña ciudad del distrito de Starnberg, cerrará sus puertas el 14 de junio de 2025. Esta tienda tiene una tradición de más de 100 años y es propiedad familiar desde 1917. Luise Jäger (69) y Christine Holzeder (59) dirigen el negocio desde 2006, pero las ventas ya no son suficientes para garantizar la rentabilidad. Los dos propietarios ya han comenzado a reducir la gama para que tras el cierre quede la menor cantidad posible de mercancías. Como informa sueddeutsche.de, Kramerladen obtiene sus productos de Edeka y de la comunidad solidaria "Starnberger Land".

La superficie de venta de la tienda es de sólo 20 metros cuadrados y entre semana hay una media de 15 clientes y los sábados unos 50. Durante muchos años, la tienda fue un importante lugar de reunión para los lugareños, que a menudo se encontraban sin coche. Con el cierre del almacén general y del restaurante del pueblo, que lleva años cerrado, la comunidad local se siente cada vez más alienada. María Ritz (89), una fiel clienta de la tienda, está triste por el inminente fin. Los clientes más jóvenes también se ven afectados: a Rosi (6 años) le gusta comprar gomitas y tiene especial preferencia por los dulces.

La transformación de la comunidad del pueblo

Los cambios en la comunidad del pueblo no sólo se reflejan en el cierre de la tienda. Los bancos de las iglesias suelen estar vacíos y muchos residentes ya no se sienten pertenecientes a su lugar de residencia. Este desarrollo aumentó a medida que la infraestructura local, como la tienda general, iba desapareciendo cada vez más. En este contexto, la tienda general no es sólo una tienda, sino también un lugar donde se llevan a cabo interacciones sociales. Sus ofrendas incluían no sólo alimentos, sino también artículos de higiene y productos secos que eran importantes para la vida diaria de los aldeanos. Según niederbayern-wiki.de), Kramerladen fue considerada hasta los años 1970 un centro de suministro esencial en el país, que ofrecía no sólo productos sino también un sentido de comunidad.

La tienda general era un lugar donde las familias podían hacer sus recados diarios y los niños se sentían atraídos por los dulces o las bolsas sorpresa. Esta forma de venta minorista era esencial en las zonas rurales, ya que muchas personas a menudo se mantenían con las ganancias de sus propias propiedades. Esta importancia podría perderse en el futuro debido a la desaparición de este tipo de comercios rurales.

El perro Samy, el compañero favorito de los clientes, también experimentará un poco la caja registradora durante los últimos días de la tienda. La anticipación y la tristeza del cierre trae consigo una mezcla agridulce de recuerdos y la verdad del cambio en las zonas rurales. A largo plazo, estos cambios pueden tener consecuencias de gran alcance para las pequeñas comunidades rurales y tener un impacto significativo en la estructura social.