El maestro de iluminación de Geringswalder, Manfred Winkler: ¡una vida para las linternas!
Manfred Winkler se jubila y deja un legado de 700 farolas en Geringswalde. Sus controles periódicos dieron forma a la seguridad de la ciudad.

El maestro de iluminación de Geringswalder, Manfred Winkler: ¡una vida para las linternas!
Manfred Winkler, una figura central en la gestión de calles de Geringswalde, se jubiló después de muchos años de leal servicio. Era responsable del mantenimiento y control del alumbrado público de la ciudad y desempeñaba un papel integral para garantizar la seguridad nocturna. Con un sombrero de pescador y un dril azul, Winkler realizó rondas periódicas de inspecciones para comprobar el estado de las linternas. A él se le confiaron todas las farolas de la carretera federal 175 en el casco urbano de Geringswalder. Sus incansables controles no pasaron desapercibidos para el público y fueron muy apreciados por los ciudadanos. Prensa libre informa que Winkler cuenta ahora con una larga carrera.
Sin embargo, la importancia del alumbrado público no es sólo local, sino que también tiene una dimensión histórica más amplia. El alumbrado público siempre ha jugado un papel crucial en la historia de los centros urbanos. Desde la Edad Media, se utilizaban antorchas y lámparas de aceite para crear ambientes nocturnos inseguros. Con la urbanización, se hizo evidente la necesidad de una iluminación más eficaz, lo que llevó a la introducción de lámparas de gas en el siglo XIX. Ciudades como Londres, París y Viena se beneficiaron enormemente de esta tecnología, que no sólo garantizaba la seguridad sino que también moldeaba el paisaje urbano por la noche. Experiencias ligeras describe cómo el alumbrado público pasó de ser un objeto funcional a convertirse en un elemento artístico e histórico.
El desarrollo del alumbrado público.
Las farolas históricas de varias ciudades europeas reflejan este desarrollo. En Londres, las primeras farolas de gas se instalaron en Pall Mall en 1807, lo que supuso un importante avance en la seguridad ciudadana. París, la "Ciudad de la Luz", introdujo faroles sistemáticos ya en el siglo XVII, que adquirieron diseños elegantes durante la época Haussmann. En Viena y Praga también los faroles históricos tienen su lugar como parte del patrimonio de la ciudad. En muchas de estas ciudades, el encanto nostálgico y el valor histórico de las linternas siguen siendo relevantes hoy en día.
En Fráncfort del Meno existen actualmente alrededor de 400 diseños diferentes de faroles que dan forma al paisaje urbano y que a menudo pasan desapercibidos. Erfert, de SRM Street Lighting Rhein-Main GmbH, destaca que las distintas luminarias de los distritos han desarrollado su propia apariencia característica. También hay lámparas de gas históricas en Römer y Opernplatz, mientras que en Europaviertel se pueden encontrar versiones más modernas. historiador del distrito documenta el desarrollo del alumbrado público y la historia de las farolas de Frankfurt.
Hoy en día, muchas ciudades se esfuerzan por restaurar faroles históricos e integrarlos en contextos modernos, no sólo para preservar su funcionalidad sino también para enfatizar el valor cultural. La combinación de diseño nostálgico y tecnologías modernas, como la iluminación LED, demuestra que la iluminación pública sigue desempeñando un papel importante en los espacios urbanos, tanto desde el punto de vista estético como funcional.