Petición para el RE 200: ¡Los viajeros luchan por el tren más rápido de Alemania!
Los viajeros de Weilheim an der Teck luchan por conservar el RE 200, el tren regional más rápido de Alemania, antes de que deje de fabricarse.

Petición para el RE 200: ¡Los viajeros luchan por el tren más rápido de Alemania!
El RE 200, considerado el tren regional más rápido de Alemania, está a punto de ser cancelado. Este tren circula por la nueva línea entre Wendlingen y Ulm y alcanza velocidades impresionantes de hasta 200 km/h. Desde su lanzamiento en diciembre de 2022, el RE 200 ha desempeñado un papel importante en el transporte público, transportando alrededor de 800.000 pasajeros en su primer año. El trayecto dura sólo unos 30 minutos, incluida una parada en la nueva estación de tren de Merklingen. Pero con la inminente puesta en funcionamiento de Stuttgart 21, prevista para finales de 2026, esta conexión popular está en peligro de extinción. [Merkur].
Los críticos de la decisión temen que la interrupción de la RE 200 no sólo provoque tiempos de viaje más largos para los viajeros y excursionistas, sino que también requiera más transbordos. Esto podría llevar a muchos pasajeros a volver al automóvil, lo que representa un paso atrás en la deseada transición del transporte. Los viajeros de Tubinga y Reutlingen también se ven afectados, ya que la RE 200 les permite ahorrar unos 20 minutos de tiempo en el camino a Ulm. Esta conexión permite a los pasajeros hacer transbordo en la estación de Wendlingen en lugar de en Plochingen o Stuttgart, lo que también supone un ahorro de tiempo.
Petición para recibir el RE 200
El estado de la nueva línea se considera especialmente crítico. Desde su inauguración hace dos años y medio, sólo un tren de mercancías ha recorrido la ruta, aunque inicialmente estaban previstos 17 trenes de mercancías por día. Esto plantea dudas sobre la eficacia de la inversión de 4.000 millones de euros en el proyecto ferroviario Stuttgart-Ulm. Las incertidumbres y la cancelación prevista de la RE 200 no sólo podrían afectar a la movilidad de los viajeros, sino también socavar el atractivo del transporte público en la región.
Los implicados se enfrentan a un gran desafío: equilibrar la necesaria modernización de la infraestructura ferroviaria y las necesidades de los pasajeros. Los próximos meses serán cruciales para aclarar si el RE 200 puede seguir formando parte del sistema de transporte de forma permanente.