Cuna antigua con herencia real: ¡Orillian descubre raíces alemanas!
Un orilliano descubre una antigua cuna de origen real de Alemania que perteneció al príncipe Karl Leiningen.

Cuna antigua con herencia real: ¡Orillian descubre raíces alemanas!
Scott Ackerman, de 75 años y residente de Orillia, ha descubierto una conexión fascinante con la historia aristocrática alemana. Hace décadas adquirió una antigua cuna de madera, que ahora resulta ser parte de la historia real. La compra de la cuna se produjo cuando sus padres vendieron su granja en el condado de Prince Edward. Posteriormente, Ackerman reparó la cuna, que inicialmente estaba en mal estado, y la utilizó para sus dos hijos. Esta cuna también fue utilizada más tarde por su hijo antes de que se la devolvieran a Ackerman.
El descubrimiento de la cuna llevó a Ackerman a realizar una intensa investigación sobre sus orígenes. En particular, encontró libros de su padre que contenían dos novelas del príncipe Hubertus zu Löwenstein-Wertheim-Freudenberg de 1946 y 1947. Estos libros tenían dedicatorias a una mujer llamada María, lo que intrigó a Ackerman. También descubrió dos fotografías sin fecha de un bebé desconocido en la cuna, lo que aumentó el misterio que rodea a la cuna.
Conexión con Hubertus y la familia Leiningen
Un detalle sorprendente en uno de los libros fue la palabra "Leiningen", que Ackerman reconoció de inmediato. Buscó más información a través de Facebook y se puso en contacto con personas de apellido Leiningen, pero al principio no obtuvo respuesta. Finalmente, en julio, recibió un mensaje de una mujer que reconoció el nombre de María Leiningen. Su marido, Hermann Leiningen, es hijo del príncipe Karl Leiningen, que formó parte de una de las familias más ricas de Alemania en la década de 1960, con un valor estimado de 1.500 millones de dólares.
Lo explosivo es que la familia de Ackerman solía ser amiga de la familia Leiningen, e incluso conocía al príncipe Karl Leiningen como vecino en Oakville. La madre de Hermann Leiningen, María, de 94 años, vive en Nueva Jersey y recibió fotografías de los libros, las obras de arte y la cuna de Ackerman. La familia Leiningen confirmó entonces su relación con los objetos. Lo cierto es que la cuna proviene en realidad de la familia Leiningen y, por tanto, está relacionada con la nobleza alemana.
Contexto histórico y legado
Ackerman incluso especula que su padre pudo haber hecho restaurar la cuna para el príncipe Karl, quien no la recuperó. El príncipe Carlos se mudó a Israel después de su divorcio y ocupaba aproximadamente el puesto 100 en la línea de sucesión al trono real británico. Ahora Ackerman tiene la intención de devolver la cuna a la familia Leiningen como herencia y planea hacerlo sin coste alguno para ellos, ya que la considera una reliquia importante.
El príncipe Hubertus zu Löwenstein-Wertheim-Freudenberg, nacido el 14 de octubre de 1906, fue un historiador y político alemán que participó activamente en la resistencia antinazi. Fue un autor importante y miembro del Parlamento que desempeñó un papel en el regreso de la isla de Heligoland a Alemania Occidental después de la Segunda Guerra Mundial. Su papel en la historia alemana proporciona un trasfondo fascinante para la cuna que Ackerman ha descubierto ahora en el centro.
La historia de la familia Leiningen está documentada en el Archivo Principesco de Leiningen en Amorbach, que alberga una de las mayores colecciones de documentos aristocráticos de Baviera. Este archivo, que incluye documentos desde 1035, refleja la larga tradición e influencia de la familia Leiningen.
Vincular la historia personal de Ackerman con esta importante historia aristocrática muestra cómo los objetos antiguos todavía pueden contar historias que van mucho más allá de su existencia física.